Los trabajos de emergencia realizados por la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente en el vertedero de Abanilla han evitado que el reciente temporal de lluvias provocara efectos adversos.
La directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Encarna Molina, que visitó ayer el emplazamiento, señaló que "los trabajos realizados durante este año han conseguido la estabilización de los taludes de los vasos de vertido, evitando el deslizamiento y el colapso de distintas partes del vertedero y la consiguiente rotura de vasos".
Añadió que "el sellado de las masas de residuos con capas de material arcilloso y láminas de polietileno en los distintos vasos estaba ejecutado al 90 por ciento, lo que ha permitido evitar la infiltración de agua de lluvia en la masa de residuos y que se incremente de nuevo el volumen de lixiviados en el interior del vertedero y la consiguiente desestabilización de los terrenos".
La directora general, acompañada por la dirección técnica de las obras, constató que el sistema automático de captación de lixiviados y los sistemas de bombeo construidos han funcionado correctamente, lo cual ha evitado que, en solo tres días, 1.506.000 litros de lixiviados se vertieran a los cauces públicos adyacentes, que discurren hacia la pedanía oriolana de La Murada. Estos han sido almacenados en la balsa de lixiviados de seguridad, con capacidad superior a los 54.000 metros cúbicos.
Este embalse, que actualmente almacena 10,5 millones de litros de lixiviados, se encuentra al 20 por ciento de su capacidad. En condiciones normales se bombean diariamente al mismo 150 metros cúbicos, procedentes del sistema de captación automático de lixiviados. Durante las lluvias de los pasados días esta cifra se ha incrementado a 1.500 metros cúbicos.
Además, en la actuaciones de emergencia se han valorizado más de 40.000 toneladas de material bioestabilizador acopiado en la planta de composta próxima al emplazamiento, con lo que se ha evitado la lixiviación de estos residuos hacia los barrancos de la zona oriental de las instalaciones y la consiguiente contaminación de cauces públicos.
Continuación de los trabajos
Encarna Molina calificó de "muy eficaces" las actuaciones realizadas hasta la fecha para controlar los riesgos en la sierra de Abanilla. No obstante, destacó la necesidad de ultimar los trabajos de sellado con geotextil y polietileno en algunas zonas, así como de revegetación y construcción de cunetas, tal y como estaba previsto, ya que la escorrentía superficial ha provocado cárcavas, arrastres de materiales y lixiviados superficiales que han sido contenidos en parte por los sistemas de drenaje y diques de seguridad ejecutados.
En la actualidad se mantienen controlados los riesgos existentes en el emplazamiento, pero debe continuarse los trabajos hasta su completa eliminación.
El presupuesto para el próximo año 2017 prevé un proyecto específico para el sellado y restauración del vertedero de Abanilla, destinado a hacer frente a las actuaciones que se están llevando a cabo, dentro de la ejecución subsidiaria con cargo a la mercantil Proambiente, para eliminar los riesgos de carácter inminente para la seguridad de las personas y el medio ambiente.
La directora general recordó que se está tramitando una encomienda de gestión, por un importe superior a los 57.000 euros, para la ejecución del proyecto para la minimización de riesgos mediante enfriamiento, traslado y acondicionamiento de residuos no peligrosos y actuaciones complementarias en Abanilla, que se ejecutará en coordinación con la Comunidad Valenciana.