La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cacha, dijo esta mañana que "gracias a los trabajos de emergencia que se están llevando a cabo en el vertedero de Abanilla se han extraído cerca de 10.000 toneladas de lixiviados".
Las actuaciones de la consejería comenzaron el pasado 9 de noviembre, y a finales de ese mes la cifra de lixiviados extraídos ascendía a 801,68 toneladas, lo que pone de manifiesto, "el gran avance que se está llevando a cabo, y que está permitiendo reducir uno de los riesgos y problemas que más preocupan a la población y a las administraciones", aseguró la consejera.
Martínez-Cachá señaló que "los trabajos se incrementarán una vez que se ponga en marcha el sistema de extracción de lixiviados mediante bombas hidráulicas". Igualmente, incidió en que "el Gobierno regional va a impulsar todas las actuaciones necesarias para recuperar la zona afectada y eliminar los riesgos generados por la mala gestión de la mercantil".
La titular de Agua, Agricultura y Medio Ambiente visitó esta mañana el vertedero de Abanilla, acompañada por diputados de la Asamblea Regional, el alcalde de la localidad, Ezequiel Alonso, y representantes de Ecologistas en Acción y la plataforma Vertivega, con el fin de ver 'in situ' el estado de las obras de emergencia.
Balance de actuaciones
La actividad en el vertedero permanece suspendida desde 2011. En 2013 la mercantil inició la ejecución de los trabajos de restauración, sellado y adaptación del lugar a la Directiva y al Real Decreto de vertederos, según el proyecto recogido en una resolución de la Dirección General de Medio Ambiente. No obstante, técnicos de la Dirección General de Planificación y Evaluación Ambiental constataron en julio de 2015 que la mercantil no cumplía con el cronograma de ejecución previsto en el proyecto aprobado.
Al no hacer frente la empresa a sus obligaciones de restauración y gestión de lixiviados, provocó una situación que, según los informes técnicos, podría incrementar los riesgos al medio ambiente. A raíz de esto, en octubre de 2015, la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental dictó una resolución por la que se acordó la "ejecución subsidiaria forzosa de las actuaciones del proyecto de restauración", así como la incautación de las correspondientes fianzas depositadas por la empresa.
Inmediatamente, en el mismo mes de octubre, se hizo pública una orden por la que se declararon de emergencia diversas actuaciones, que han supuesto la retirada de lixiviados, el control de los asentamientos de los vasos de vertedero, la ejecución de cunetas y la obtención de datos prioritarios para poder abordar las siguientes fases de restauración con las garantías suficientes.
Así, las actuaciones de emergencia incluyeron el inicio de la ejecución subsidiaria para la recuperación y restauración de este vertedero por la Administración regional, que se abordó con el objetivo de llevar a cabo el restablecimiento de la legalidad ambiental en aquellos casos en que se haya infringido. De esta forma, se pretende garantizar la correcta clausura y sellado del vertedero de Proambiente de la Serratilla en la Sierra de Abanilla y conseguir la recuperación de los daños en el medio ambiente, en el menor plazo posible, y a costa de la empresa causante de la contaminación.
Posteriormente, se declararon también de emergencia las actuaciones tendentes a la gestión de los lixiviados durante seis meses y la redacción y ejecución del proyecto de obra necesario para minimizar los riesgos, mediante sellado y clausura de los vasos 1,2 y 3 de las instalaciones de la empresa y actuaciones complementarias, con un plazo de ejecución de ocho meses, y un importe de 2.065.000 euros.